
Nacido en México, Enrique ha vivido la mayoría de sus 55 años en los Estados Unidos—trabajando, casando, y ser padre a dos hijos, ambos ciudadanos estadounidenses. Hace dos años, fue arrestado y detenido; el mes pasado, fue deportado a Nogales, Sonora. Por no conocer a nadie, Enrique dependió en la asistencia humanitaria de IKF por varios días para acostumbrarse, conocer amigos, buscar trabajo, y decider en próximos pasos porque es tan difícil obtener una manera legal de entrar a los Estados Unidos donde vive la mayoría de su familia.
El número de padres indocumentados como Enrique quienes son separados de sus hijos ha doblado en IKF durante el ultimo año. Su experienia está relatado abajo demuestra las consecuencias graves de la detención larga y la deportación, y es un gran parte de la razón por lo cual IKF propone una política humana de inmigración que elimina la interrupción de vida, trauma, y que mantienen juntas las familias.
Mi nombre es Enrique. Vivía en Phoenix, Arizona, por 4 años. Llegué aquí a Nogales—caí en el centro de detención de Eloy, Arizona, de migración, y me deportaron por Nogales. Soy de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Tengo familia en Alabama, Florida, y Phoenix, Arizona.
Vine para hacer una vida mejor, un mejor trabajo. Yo estuve [en los Estados Unidos] en la 1982, tenía 20 años, me casé con una ciudadana americana. Estuve casado 22 años, y luego me divorcié. [Estuve en los Estados Unidos] 35 años, casi. Era plomero, e hice construcción. Hacía casas también.
Tengo dos hijos, está uno en Alabama, y otro en Florida. También tengo un nieto en Florida de 4 años que no conozco todavía. Mi hijo metió una petición para mi residencia [en Estados Unidos]. Estoy esperando que se pueda.. para arreglar mi visa. Hace un año que metió la aplicación y puede ser en los siguientes meses que la cierre.
Mi mayor hijo tiene 34, y el menor tiene 32. Ya son adultos. Yo tengo 55 años. Nació el primero en 1982, y nació el otro en 1984.
A mí me agarraron y me detuvieron por no traer mi green card. Estuve en el centro de detención allá, en Eloy, por dos años, hasta que me botaron ayer. Estaba apelando mi caso para ver si me cancelaban la deportación, pero me dieron la salida voluntaria.
[En Eloy], la mayoría de la gente se quejan allí, la comida no está muy buena, el tratamiento médico. No está muy bueno. [Dos años] es mucho tiempo para estar encerrado por no tener papeles, por no traer la green card. Es como si estuviera en la prisión. Hay gente a que le da menos castigo por crímenes más grandes. Sí, es triste, pero ya pasó esto. Estaba muy desesperado. Estoy contento porque ya salí. Es la primera vez que estoy aquí en Nogales. No conozco la frontera de Sonora. Yo conozco la frontera de Tamaulipas y Texas. Voy a quedarme aquí un rato y encontrar un trabajo.Hablé con mi familia ayer. Ellos me van a apoyar y ayudar también. Tengo tíos en Nuevo Laredo, pero hace muchos años que yo los veía. La mayoría de mi familia está en Estados Unidos. Mis padres, mis hermanos, mis hermanas. Me siento triste y solo [al estar lejos de mi familia]. Pero aquí hay muchos amigos y gente que ayudan.
Espero que aprueben mi visa muy pronto para poder llegar a Estados Unidos, con mi familia, e ir a conocer a mis nietos que todavía no conozco. Tiene 4 años y está en Florida, en Jacksonville, Florida. Estuvieron sin luz por 3 semanas [por el huracán]. Están bien.
Pienso que los Estados Unidos debe hacer más reforma migratoria para los inmigrantes. Y apoyar más a los migrantes, en vez de ser más antiinmigrantes. En mi opinión yo creo que el [Presidente Trump] es muy racista y contra los inmigrantes. […] Nosotros venimos a trabajar, y hacer una vida honesta, ¿verdad? Con un trabajo digno.
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